martes, 22 de mayo de 2012

LIMPIANDO PLAYAS

Una tarde en la playa se encontraban Carmen y Julio. Mientras su mamá descansaba en la arena, Julio se fue a la orilla a jugar con las pequeñas conchitas que allí habían.

Hacía mucho frío en ese momento cuando Julio voltea y mira más allá muchas algas tiradas como rollos y también peces que estaban muertos. Él corre y le dice ¡Mamá!.. ¡Mamá! Mira cuántos peces muertos, ¿Qué pasó?.. ¿Por qué están tirados? ¿Podremos llevarlos a casa para comer?

Su madre le respondió muy apenada. ¡No! Ellos murieron porque alguien contaminó el agua; Julio muy inquieto siguió preguntando ¿Quién será? Mientras acariciaba un pececito que abría y cerraba la boca.

Se pusieron a caminar lentamente y la mamá le dice: (indicando los desagües de las fábricas) Las aguas del mar deben estar limpias para que los peces y las plantas no mueran; estos desagues traen desechos y desperdicios que se van al fondo del mar y luego el agua se pone negra; esto es lo que mata a las algas y los peces.

Julio muy apenado preguntó ¿Mami, nosotros no podemos hacer nada?. La mamá le dice: ¡Sí! Cada vez que visitemos la playa debemos enterrar los desperdicios, solo así cuidaremos a los peces, plantas y otros animales.

Antes que la mamá termine de hablar, Julio se puso a recoger todos los desperdicios del mar; otros niños que vieron no se quedaron tranquilos y siguieron a Julio. Cansados pero contentos regresaron a su casa.

CUENTOS DE LA BIODIVERSIDAD